Para los seres humanos es imposible no comunicar. Desde que nacemos, somos capaces de reconocer qué sentimientos nos trasmiten las caras de las personas más cercanas y nos lanzamos a hablar en público y comenzamos a comunicarnos.
Pero a medida que pasa el tiempo, y nos hacemos un poco más mayores, comenzamos a adquirir miedos a la hora de expresarnos ante los demás. Saber transmitir nuestras ideas o necesidades deja de parecernos fácil, lo fácil y espontáneo que era entonces, cuando éramos niños pequeños.
Comunicar en público
Y sin embargo, seguimos necesitando conectar con los demás y transmitir nuestros objetivos, influir, persuadir, tanto como antes. Sin embargo, nuestro público, a medida que hemos crecido, se ha hecho más complejo y tal vez no tan complaciente y entregado como lo eran nuestros padres y familiares cuando estábamos en la cuna… El acto de comunicación ya no parece tan personal ni cercano.
¿Quién no ha sentido miedo, e incluso ansiedad ante la perspectiva de ponerse delante de un auditorio y contar nuestra historia? ¿Nunca te has quedado «en blanco» alguna vez que ha tenido que hablar en público? ¿Hay alguien que no se ha sentido incómodo, e incluso impotente, ante determinados espectadores difíciles y exigentes? ¿Quién no se ha bloqueado ante la pantalla en blanco del power point? O mejor aún, quién no se ha sentido realmente incómodo al ver que su relato no funcionaba, que su presentación era aburrida, que el público miraba el reloj continuamente mientras duraba su exposición?
En esas situaciones en las que necesitas comunicar en público, todo ponente desearía o bien que le «tragara la tierra», o bien que por arte de magia, su discurso comenzara a sintonizar con las mentes y los corazones del público. ¿Qué hacer para conseguirlo? Esta es la primera pregunta que uno se hace para comenzar a mejorar, y que incluso nos puede llevar a «disfrutar de la escena», como los actores de teatro.
La habilidad de hablar en público
La comunicación es una habilidad con la que nacemos, sin embargo, la tendencia común es olvidar que está en nuestra mano entrenarla y cultivarla a medida que evolucionamos como seres humanos. Ya podemos ser científicos, directivos, políticos, tecnólogos, vendedores o cualquier tipo de profesionales, en situación de influir a otras personas. Todos podemos contar nuestra historia de manera única, impactante y personal.
Solo hemos de aprender a hacerlo y practicar, practicar y practicar. Comunicar en público es una habilidad clave en el liderazgo, y hemos de recordar que los líderes son aquellos que saben gestionarse a sí mismos para inspirar a los demás. En muchas ocasiones de nuestra vida somos líderes, ya sea ante una empresa, o ante una comunidad de vecinos.
Mi experiencia comunicando en público
En mi vida profesional, me he encontrado en muchas situaciones de comunicación, a un lado y a otro de la «escena». Cuando he sido ponente, ya fuera ante un comité directivo, o en un salón ante más de 500 potenciales inversores, o frente a un grupo de emprendedores, o ante toda una plantilla de empleados, o grupos de adolescentes, o grandes aulas llenas de estudiantes, con el tiempo he aprendido que las mejores técnicas para hablar en público son las que nos proporciona el mundo del teatro y el «story-telling»: todos podemos ser contadores de historias.
Además de estas, siempre me han interesado el gran legado de los clásicos de la oratoria, que sigue siendo nuestra base, combinado con los avances en neurociencia, en la psicología de la inteligencia emocional, y sobre todo, el conocimiento de la propia voz y la aceptación de una misma ante los demás.
Ahora mismo, al cabo de más de 20 años, ya disfruto de estas ocasiones en las que tengo que hablar en público cada vez que se presentan, ya que en ellas puedo sentir y experimentar una conexión muy especial con el público que escucha y participa en una ponencia. La comunicación, en mi experiencia personal, es algo increíble cada vez que se produce. Es una de las grandes cosas que podemos hacer los seres humanos: conectar unos con otros para seguir creciendo.
Al haber llegado a este punto, me gusta poder compartir con todos aquellos interesados los frutos de mi experiencia y aprendizaje en este campo, el de la oratoria o comunicación en público, combinados con los conocimientos y el arte de una gran actriz y pedagoga teatral, Laura Giberga. Entre ambas hemos creado un taller de Interpretación para Hablar en Público. Por eso animo a los lectores de este post a pasar unas horas con nosotras, en nuestro taller, y aprender a disfrutar de la magia de la comunicación.
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